Tiziano, pintor oficial de la corte: Retratos


Tiziano, pintor oficial de la corte: Retratos

Cabe destacar su habilidad con los retratos que le valió los encargos de distintas cortes como la de Urbino (“Venus de Urbino”, 1538). Los retratos de Carlos V le sirvieron para promover su nombramiento como “retratista oficial” y le facilitó numerosos trabajos también con su hijo Felipe II.

Tras pasar por Florencia y volver a Venecia, Carlos V, que se encuentra en Bolonia, le encarga un retrato que será el primero y muy imitado (1532). Más adelante, le visita en su corte de Alemania donde pinta “Carlos V a caballo en Mühlberg” (1548). Años más tarde pintará otro del emperador, esta vez sentado. De estos años son también obras como su famosa “Venus” o “Las Furias”.

Tiziano vuelve a Venecia (1551), donde también era pintor oficial, aunque siguió en contacto con la corte española. Felipe II se convierte en su mejor cliente. Para la entonces príncipe pinta la serie de seis obras: Dánae; Venus y Adonis; Diana y Acteón; Diana y Calisto; el Rapto de Europa y Perseo y Andrómeda. Como tiene cada vez más trabajo, ha de recurrir a colaboradores para cumplir con todos sus compromisos.

En esos años también pasa una crisis con familia y amigos y se siente solo. Ese sentimiento se refleja en la pintura, que se torna más dramática, con pinceladas marcadas, aunque siguiendo su estilo en luz y color. Los expertos llaman a este periodo “impresionismo mágico”.

Junto a Tintoretto y Palladio, recibió el nombramiento como miembro de la Academia del Dibujo de Florencia.

A pesar de su edad siguió trabajando a buen ritmo, para Felipe II y en su taller, muy productivo. Allí creaba obras de corte religioso, retratos y otras mitológicas y, además, le ayudaban en sus encargos, así como en las réplicas de sus obras de más renombre.

Murió en 1976, en Venecia, víctima de la peste. Fue enterrado en iglesia de Santa Maria Gloriosa dei Frari tras unos funerales multitudinarios.


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